En el barrio La Esmeralda, en el suroccidente de Barranquilla, se registró una variación del voltaje en el servicio de energía, causando que una persona muriera electrocutada, otra quedara herida y decenas de familias resultaran afectadas.

Lilian Ballesta Saltarín, quien está viva de milagro, relató su dramática experiencia a Zona Cero. 

“Yo el sábado me levanté para hacerle el desayuno a mi hijo, conecté la estufa y cuando fui a poner el caldero recibí un corrientazo, me quedé temblando y perdí el conocimiento”, dijo la mujer. 

Lilian fue llevada por su mamá al Camino El Bosque donde permaneció 24 horas en observación debido a que sentía los corrientazos en las manos, pies, cabeza.

“Me quedé con la mitad de la cara que no la siento, veo borroso del lado izquierdo y paso con mucho dolor de cabeza. Estuve en urgencia más de 24 horas, el médico me mandó una tomografía y me dijo que me hiciera otra en 6 días y me mandaron unas pastillas para el dolor de cabeza”, contó a este medio. 

La mujer, quien sigue luchando contra las secuelas de la descarga, aseguró que ella no fue la única que resultó herida el día sábado.

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“El esposo de mi vecina también resultó lesionado por una descarga. Mi hijo el viernes en la noche cuando fue a apagar el foco para acostarse, el soporte lo quemó, lo tiró y él reaccionó, solo le abrió un dedito. A mi padrastro que sufre de la presión recibió también la descarga eléctrica”, agregó. 

La comunidad reportó el cambio en el voltaje desde el viernes por la mañana. Sin embargo, no recibieron respuesta de la empresa Air-e.

“Nosotros llamamos a Air-e y no respondió. La tragedia pudo haber sido más grande”. 

Habitantes de la zona señalaron que se les dañaron los electrodomésticos, entre ellos neveras y televisores. 

Recordemos que este hecho cobró la vida de Álvaro José Ramos Salcedo, de 34 años, quien recibió una descarga en horas de la tarde cuando intentó cargar su celular.